SI CULPAS A LOS DEMÁS POR LO QUE IGNORASTE, TE ARRIESGAS A SER JUZGADO POR EL RETROVISOR

SI CULPAS A LOS DEMÁS POR LO QUE IGNORASTE, TE ARRIESGAS A SER JUZGADO POR EL RETROVISOR

Por: ANDRÉS LIZARRALDE HENAO

Consultor en Marketing Político

Los gobiernos entrantes y sus coequiperos pueden iniciar labores con el propósito de construir y emprender sus proyectos administrativos, con el mejor ánimo de reconciliación entre los actores políticos; sin mirar atrás, dejando a un lado las infortunadas confrontaciones, sanado heridas y superando los rencores que se pudieran generar durante el proceso electoral.

Sin embargo, el problema está cuando los amigos o súbditos de la administración saliente, no asimilan que su cuarto de hora ya pasó, y que seguramente, muchos de los problemas que hoy presenta el territorio del que estuvieron al frente, esos que por fin pudieron ver desde afuera, aquellos que tanto les incomodan y que salen a denunciar a los cuatro vientos, son los mismos que el nuevo mandatario heredó en días anteriores, y quedaron de su paso por un gobierno que seguramente no fue el mejor.

Algo supremamente grave, sobre todo si este tipo de miopes y equivocados señalamientos se presentan cuando apenas se toma posesión de un mandato y se está evaluando lo recibido; pues más temprano de lo que canta un gallo se podría regresar a esas aburridoras confrontaciones de campaña, donde oficialismo y oposición suelen agarrarse por el poder, y en los que siempre termina perdiendo el pueblo.

La época proselitista ya pasó y apenas inicia un gobierno que requiere el apoyo y empuje de todos los que verdaderamente quieren que su comunidad salga adelante, y no donde unos pocos que hicieron parte de la posible problemática que se pueda estar presentando, se crean los mejores, se quieran lavar las manos culpando a los demás y corriendo el riesgo de ser señalados y juzgados por el retrovisor.

Sólo cuando los salientes reconozcan que los problemas no se generan de un día para otro, sino que en la mayoría de los casos se reciben, y cada mandatario es quien determina trabajar con personas de su confianza para gobernar y buscar soluciones; los entrantes dejarán mirar por ese pequeño y molesto espejo que sirve para denunciar lo malo que aquellos que ya no están ignoraron y entregaron sin mejorar.